Ayer domingo publicó El Mercurio una entrevista con Jon Ridderstrale, el economista funky que viene a dar sus recetas a empresarios chilenos. Él, junto a Kjell Nordstrom, son autores del best seller “Funky Business”, donde plantean que la economía ya no es denominada por aquellos que tiene capital, sino por quienes poseen talento. Me tocó viajar a Suecia en el año 2001 y tuve la gran oportunidad de entrevistar a Kjell Nordstrom. Quiero compatir con ustedes aquella entrevista que se publicó en El Mercurio el domingo 6 de octubre de ese año en el Cuerpo Enfoques.

KJELL NORDSTROM. GURÚ DE LA NUEVA ECONOMÍA

Traducido a más de 25 idiomas, Nördström sentencia que el conocimiento debe aplicarse para crear, asunto que no distingue fronteras ni latitudes. Así se dibujará el nuevo mapamundi en el que los países desarrollados son los que más tienen que perder.

ARTURO CATALÁN
Enviado especial a Suecia

El grupo Financial Times no se fijó en la forma de vestir o en los anillos de Kjell Nordström, sino en su visión que tiene de la economía mundial y el impacto que en ella han tenido las tecnologías de información (TI), a la hora de publicar como coautor “Funky Business”, luego de leer únicamente su primer capítulo (edición que ya se ha traducido a 25 idiomas, incluyendo el español).

Para este doctor en economía de la Universidad de Estocolmo, Suecia, y asesor de las principales multinacionales de su país, la ‘Nueva Economía’ no ha generado nuevos modelos económicos. “Lo que tenemos es un escenario conocido con distintos actores. Si comparamos la evolución de la industria de las con la de la electricidad se aprecian importantes similitudes. Cuando fue creada la surgieron varias compañías relacionadas con esta tecnología como negocio en el mundo, pero muy pocas son las que han logrado permanecer”.

– ¿Cómo repercute esto en los países en vías de desarrollo, específicamente Latinoamérica?

“Fundamentalmente en el hecho de poder tener un acceso a información clave de manera más rápida, oportuna y expedita. Por ejemplo, gracias al e-commerce, los países están mostrando y vendiendo sus productos al resto del mundo de manera más sencilla, directa y con costos asociados menores. Esto implica que hay cada vez menos impedimentos para quedar fuera del concierto económico global, por muy pequeña que sea una industria”.

“En segundo lugar, será un importante catalizador empresarial en todos los países de la región que se caracterizan por poseer un nivel cultural satisfactorio, con un promedio de 9 a 10 años invertidos en la enseñanza tradicional per. Estos países ahora tendrán acceso a lo último de las TI y de los desarrollos comerciales e industriales. Para el mundo desarrollado son malas noticias porque tendremos más competencia en la mayoría de las industrias”.

– ¿Qué rol debe jugar el Estado en este nuevo proceso?

“El Estado debería concentrarse sólo en los aspectos generales de la economía, dirigiendo su accionar en los asuntos relacionados con infraestructura de comunicaciones, problemas habitacionales, universidades y cómo evitar los impactos negativos del progreso en el medio ambiente. No debe ni puede concentrarse en proyectos específicos, porque nadie sabe cuáles son las que van a prosperar. Más vale financiar la investigación general a nivel de entidades, que abrazar una causa particular. El Estado debe asegurar la transparencia de los mercados. Esto quedó demostrado cuando Microsoft debió someterse a la Justicia de los EE.UU.”

“No hay duda que el sector privado es el que debe aportar el valor operativo a la economía. El Estado ha demostrado no ser un buen empresario hasta la fecha”.

– En el siglo pasado la lucha era entre quienes tenían más y quienes tenían menos. En la Nueva Economía, ¿la lucha será entre los grupos globalizados y los anti-globales?

“No lo creo. Para ocasionar una revolución se necesitan ciertos ingredientes, como personas con condiciones similares para ir en la misma dirección. Pero la población actual es sumamente heterogénea: coexisten muchísimos grupos pequeños y opuestos, hay gente con y sin educación, ricos y pobres, habitantes de la ciudad y del campo. Quizás la diferencia la marcará el acceso al conocimiento que no es lo mismo que el acceso a la información. Porque el primero requiere de la interpretación de la segunda, y para eso hace falta gente preparada, políticas claras, y la voluntad de aplicar ese conocimiento para crear. Ése podría ser el origen de una nueva aristocracia”.

– ¿Cuál cree usted que podría ser le punto vulnerable de la Nueva Economía en el futuro?

“Dos aspectos resaltan al momento de pensar en vulnerabilidades: por un lado, las diferencias históricas entre países o grupos de países que han estado desde hace años y no parecen prontas a desaparecer, sobre todo cuando se mezclan aspectos ideológicos y religiosos. Lo otro, y que constituye la tendencia más fuerte, es cómo prosperan los regionalismos en un mismo país. El mejor ejemplo de esto es Estados Unidos y su Estado de Florida, particularmente Miami, que se ha convertido en una suerte de capital de Latinoamérica, cada vez más distinta e independiente del resto de las ciudades y estados de ese país”.

– Bajo ese mismo enfoque, ¿cree que en la Nueva Economía van a desaparecer las actuales potencias y así aparecerán nuevas, o continuará el esquema actual?

“Habrá cambios, y ellos ya se están evidenciando. EE.UU. y el resto de América tienen hoy una relación distinta, más fluida que años atrás. Lo que creo es que veremos una cooperación aún más estrecha entre los distintos continentes y no precisamente porque queramos, sino porque debemos, lo necesitamos. En esencia, la Comunidad Europea fue una unión necesaria para salir de los problemas económicos y sociales en que se vio sumida tras la posguerra. Hoy la internacionalización de la cultura es producto de la trasnacionalización de los negocios afectados por problemas de carácter global y el comportamiento de los mercados, por nombrar algunos”.

– Finalmente, ¿cómo cree usted que América Latina está afrontando la irrupción de la nueva economía?

“En mi opinión, hay sólo un continente que podría tener problemas en el futuro cercano, y ése es Africa. Estoy muy optimista respecto del futuro de América Latina, pese a las diferencias que existen entre los países y entre los individuos que tienen y no disponen recursos dentro de un mismo país. Hay un aspecto clave que los movimientos antiglobalización han olvidado, y es que la internacionalización y la globalización misma fuerzan a la civilización en una cierta dirección y no es posible sustentar una política que se aleje demasiado de la tendencia internacional. Eso es, quizás, lo que explica la caída de regímenes como el de Slodovan Milosevic, en Yugoslavia”

Identidad

Kjell Nordstrom

Coautor “Funky Business”.

Doctor en Economía, Universidad de Estocolmo, Suecia.

Profesor de negocios del Instituto Internacional de la Escuela de Economía de Estocolmo.

Consultor de IBM, VOLVO, Walt Disney, 3M, Arthur Andersen y de las Internet Spray Ventures y Razorfish.